TABULA RASA
“El blanco es el inicio de cualquier acción creativa. Permite ser customizado”
Historia de la creación
“Tabula Rasa” es la reforma interior de un piso madrileño de los años 80, que consistió en eliminar por completo el interior del inmueble, librándose de todos los elementos y vaciándose para trabajar con volúmenes blancos, líneas y acabados en dicho color. Se presenta como un espacio inmaculado en el que se puede personalizar a gusto del usuario.
Búsqueda de inspiración
Tabula Rasa es el concepto en el que se propone deshacerse de lo establecido, sea la intervención que sea, para crear un espacio partiendo la nada y dando cabida a nuevos esquemas. De la misma manera que un escritor se enfrenta a una página en blanco en la que relatar sus historias, o como el hecho de que un pintor se disponga a expresar su obra sobre un gran lienzo. Los soportes vacíos suponen un lugar en el que materializar nuestras ideas, un lugar indeterminado que se ofrece para personalizarlas y trabajarlas.
Los colores funcionan como herramientas de emociones. Se dice que el negro es la ausencia de color, y el blanco la fusión de todos ellos. Estos contrapuntos, mucho más cercanos de lo que cabe imaginar, pueden ser la opción ideal para aquellos que prefieran tener un hábitat customizable. Blanco sobre blanco es la representación de lo puro y lo perfecto. Las sensaciones creadas por este color en el momento de habitar en él suelen ser la ligereza, la libertad y la invitación a crear. Conclusiones extraídas de las investigaciones de neuroarquitectura del autor.
Universo Inmaculado
El proyecto propone un punto de inflexión en la historia del inmueble, negando lo previamente existente y ofreciendo un nuevo lugar completamente limpio a la espera de ser customizado por el cliente.
Como si de un gran bloque de yeso se tratase, el autor fue horadando dicha masa y extrayendo volúmenes que tendrían diferentes usos. Salón, comedor, biblioteca, dormitorios o cocinas. Todos ellos comunicados y concatenados entre sí sin recurrir a pasillos. Volúmenes más altos, más bajos, más anchos o largos pero todos blancos con líneas rectas y un estilo limpio y puro. el usuario final quien elija como detallar las estancias.
La vivienda se convierte así en un soporte sobre el que apoyar diferentes ornamentos traídos por los viajes del usuario. Por ello el trabajo de horadado, una vez más, creando baldas expositivas, urnas o hornacinas.
El detalle
A pesar de contar con dependencias y habitaciones, las separaciones se hacen con puertas sin marcos para ofrecer un esquema visual que evita las sombras y los límites entre volúmenes. Al estar la puerta abierta, la noción de puerta desaparece. De igual modo ocurre con las puertas correderas entre salón y biblioteca que a modo de paneles se esconden dejando completamente comunicado salón, biblioteca o comedor. O se deslizan para generar diferentes espacios.
El tratamiento de la luz es muy importante en este proyecto, estando todas muy pensadas y en su mayoría ocultas. Algunas lámparas si son visibles y mantienen tonalidades blancas y volúmenes lineales marcados para mantener el estilo buscado. De igual modo las ventanas se sustituyen bajo el criterio de minimizar las palillerías y marcos dando protagonismo a los grandes vidrios.
CRÉDITOS
Fotografía: Carlos Onetti
Texto: Manuel Madrigal
Materiales: Suelo Parador